domingo, 25 de octubre de 2020
DESVARIOS RUTINARIOS
Amanecí con una idea muy fija en la mente... pensaba en la alta peligrosidad de la rutina.
La verdad, no es algo de lo que sepa demasiado debido a que es bastante ajena a mi naturaleza; sin embargo, muchos de mis seres cercanos y queridos han sucumbido a ella perdiendo gradualmente la espontaneidad. Bajo una especie de malévolo conjuro se va desvaneciendo en ellos la pasión, la ternura, el asombro, se van quedando sin significado; es decir, toda posibilidad de experimentar alguna clase de transformación se escapa mientras el miedo se apodera de las riendas y les castiga con el látigo de la vejez anticipada y del olvido. Pienso en la rutina y me resulta semejante un Quásar, uno de esos gigantescos agujeros negros en el espacio que digieren vorazmente todo cuanto se aproxima a ellos y en cuyos profundos misterios desaparecen galaxias enteras; jamás se vuelve a saber de ellas. Sin duda, no hay nada más monstruoso y devastador. Preferiría este último destino al primero; estaría segura, al menos, de poder despedirme de este mundo sin perder uno de los más preciosos tesoros de la vida: La magia de la incertidumbre. 11-07-20
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